EL NIÑO INTERIOR

EL NIÑO QUE HAY EN TU INTERIOR.

Me refiero al Niño Interior, como a esa parte de nosotros mismos que permanece pura y por lo tanto, sabia.
Es nuestra sabiduría interior. Y al mismo tiempo, es nuestra parte más sensible, por lo tanto, la que necesita más atención, cuidado y protección.
Entre tu Ego (Plexo Solar) quien Tu eres ahora y quien tu realmente eres ( TANTIEN), Existe un Niño Interior Herido que grita pidiendo AMOR . es lo único que necesita y vive para ello. Lo que no lo reconoce porque crees que es un Síntoma de Debilidad. En este niño, están alojados nuestros miedos más antiguos y nuestras necesidades más básicas. Este niño muchas veces necesita perdonar y ser perdonado, eso seguramente le ayudara mucho a liberar y soltar sus bracitos para ejercitarse en abrazos.
Los ojos brillantes, la boca abierta:
La sensación de Sorpresa es el sentimiento natural del hombre.
Unido al salvaje pulso de la Naturaleza.
Volar con los pájaros, surcar las nubes, jugar con las Hadas, descubrir cada día un nuevo paraíso.
Las pequeñas cosas que adornan el borde del camino.
Ser espontaneo, creativo, Enfrentándose a la Vida con Alegría.
Sentir, Percibir, Jugar, Sumergirse en el momento de la Eternidad.
Abre el Corazón de tu Infancia.
Cura la fuerza que esta oculta en ella. Es tuya (DIVIERTETE).
Hubo un tiempo en el que las flores, los prados, el lago y los árboles parecían estar sumergidos en un brillo de luz celestial. Todo te producía admiración, te inducía a detenerte y a recapacitar sobre ello. La belleza perfecta de una flor, el suave musgo, todo merecía ser observado y tocado. Algunos de vosotros erais capaces de jugar con los seres del reino espiritual y hablar con ellos.

Yo procedo de una época en la que disfrutaba con los paseos por el campo, el olor que desprende la tierra con el Rocío de la mañana, los Eucaliptos, la Retama que abundaba en las Cañadas de nuestro Teide, el aroma intenso que desprendían las Hortensias que mi Abuela tenia justo al entrar en su jardín " mi refugio preferido", el aroma a Jazmín, Manzanilla silvestre, el rosal… allí me sentía a salvo. Los Aromas que me envuelven y me hacen sentirme feliz.(un recuerdo infeliz lo envuelvo en un aroma de mi infancia y lo transformo en feliz). Te invito a ponerlo en practica, busca tu aroma (pan recién hecho, rosas, azahar, el mar…).

He procurado mostrar los velos del olvido. Poseo la fuerza que anida en el Alma de un niño y que ha llegado a perfeccionarse en mí. Te invito a descubrir otra vez la confianza que un día trajiste al mundo, la capacidad de Recepción, la Espontaneidad, la Riqueza de Ideas, el Profundo Sentimiento de Felicidad, la Virtud de Soñar, de Viajar, de Volar con los pájaros, la Libertad, la Fuerza para estar aquí y ahora y de vivir el momento.
No será fácil emprender el camino hacia el niño interior que hay en vosotros. Pero ese niño aun vive en vosotros. ¡Está esperando¡ aguarda detrás de puertas de tu Corazón que aún permanecen cerradas a que ocurra algo especial. El niño que hay en vuestro interior es la unión entre lo Divino y lo humano. Abridle las puertas a vuestro Corazón, escúchalo y aprende a encontrar el camino que os lleva hacia él. En ese camino encontrareis mucha curación.

El Niño que hay en ti solo quiere cosas sencillas. Se siente feliz cuando lo escuchas, lo consuelas, cuando está triste y lo proteges cuando resulta necesario. Se alegra cuando tú le dedicas tiempo. Desea sentirse querido y reclama su derecho a la vida y la expresión de un niño con el fin de generar en ti la resonancia de tu propio niño interior. Te acerca a los días de tu infancia ya transcurridos, a las bonitas horas y a las experiencias puras de tu existencia, aunque también te recuerda heridas que te fueron infligidas como consecuencia de la despreocupación de los adultos que pertenecían a tu entorno.
Independientemente de lo que hubiese ocurrido, desde ahora eres el Ángel de la Guarda de ese niño. Él está ahora en tus brazos y ahí siempre se encontrara seguro y amparado. Junto a ti está en buenas manos. Tú aprendes a mirar otra vez a través de sus ojos. Os podéis curar gracias a vuestra creatividad y fantasía. Si percibís malas influencias, cogéis una varita mágica y hacéis que esta desaparezca.
Abre de par en par las puertas de tu corazón a tu Niño Siéntete Feliz.


<< Si no volvéis a haceros como niños, no entrareis en el Reino de los Cielos>> (Mateo 18,3).

Lo divino no mure cuando dejamos de creer en Dios. Pero si que morimos si no somos capaces de alegrarnos diariamente de los pequeños milagros que acontecen a un lado del camino y que se sitúan más allá de la razón. Aprende a sorprenderte de nuevo y a confiar plenamente en ti.