JESUS COMO MAESTRO.
Jesús es el maestro que te enseña la ciencia del Corazón y de la Energía. Su mensaje es un mensaje de Amor. Cada persona es un cuerpo energético. Cada persona posee diferentes energías que puede manifestar. También representa diferentes niveles de energía. Ira, cólera, odio, son sentimientos que pertenecen a una oscilación inferior. Si tu lo emites o sucumbes a estos sentimientos, tú mismo los generaras en tu vida y en tu mundo. El Antiguo Testamento describe muy bien las consecuencias de la ley causa y efecto, el eterno ciclo de odio, agresividad, cólera castigo, etc., cuyas consecuencias aún son perceptibles en la séptima generación.( si te sanas tu, se sanan siete generaciones).
Jesús nos enseña cómo podemos apearnos de este círculo negativo y lo hace a través de su vida, nos indica cómo transformar estas vibraciones inferiores o negativas. Una de las frases más comprometidas que Jesús ha pronunciado es sin duda: << Si alguien te golpea en una mejilla, ofrécele la otra>>.
Aprovecha tu energía para amar. Transforma el odio, la ira y la cólera en tu interior. Tú siempre tendrás la lección de hacerlo. Tú siempre puedes vivir el amor, aun cuando este sea el camino más difícil a seguir en este mundo. Esta forma de vivir no implica sufrimiento: se trata tan solo de seguir el sentimiento que brota de tu corazón, con todas sus consecuencias. Cuando no seas capaz de defender algo con todo el corazón, pon fin a ello, en lugar de continuar con ello por comodidad, miedo, inseguridad, fidelidad a la autoridad, presión social, etc. Tan solo aquello que tiene lugar a partir de la energía que surge del centro de tu corazón posee una fuerza auténtica. No reniegues de la fuerza de tu corazón. Manifiéstala con toda sinceridad. Concéntrate en la fuerza del amor. Cuando no sepas como actuar en una situación determinada, pregúntate a ti mismo cómo actuaría Jesucristo. Deja que por un tiempo el maestro guie tus actuaciones.
Con frecuencia portamos en nuestro interior grandes bloqueos que ni nosotros mismos acertamos a entender. Sentimos miedo ante determinadas cosas, sin haber tenido mala experiencia relacionada con ellas, aparecen una y otra vez las mismas sombras en nuestro entorno, nos sentimos comprometidos con una persona por razones que no entendemos. Esto se puede deber a viejos juramentos, votos y experiencias que ha sido almacenadas en el nivel de nuestra alma. No es tan importante de dónde proceden, sino que seas liberado de ellos. El Liberador es Jesucristo. Si pides que te liberen de tus bloqueos, serás libre y tu energía podrá fluir de nuevo.
Jesús es sin duda el maestro más conocido de Occidente. Sus enseñanzas es una enseñanza basada en el Amor y en una Luz divina que va más allá de cualquier dogma o religión. A través de su vida nos muestra el camino de la luz. Cada persona puede, independientemente de cuáles sean sus circunstancias, vivir el mensaje intemporal y universal que Jesucristo ha traído al mundo. Muchas personas que en los dos últimos milenios han actuado en su nombre no han entendido bien su sabiduría.
Debemos tener en cuenta que un maestro/a tan solo nos instruye. Cada uno de nosotros tenemos nuestra propia misión. Podemos Madurar, Aprender y Experimentar bajo la protección de un maestro. A la luz del maestro los conocimientos maduraran más rápidamente. Pero la última parte del camino debemos andar solos.
El maestro no está ahí para hacerte dependiente. El maestro esta para mostrarte el camino hacia la luz y por lo tanto, hacia la libertad.
<<Dios es Amor, y quien este en el Amor, estará en Dios y Dios en él>>
Decide cuanto quieres pagar, pide a una persona que traiga lecciones a tu vida, pero de un modo que puedas digerirlas fácilmente, sin traumas, ni dolor; pide un maestro cariñoso. Pide a Dios que te ayude a encontrar el plan que tiene para tu vida, pues no estamos llamados a vivir desdichados. Sino a vivir en Amor y desde el Amor, pues venimos de un Dios que es todo Amor.
Siempre vamos a compartir con personas que nos dan la posibilidad de aprender y crecer; de nosotros dependerá elegir entre un Maestro "Cariñoso o fanático". No obstante, no puede hacer el trabajo por nosotros. El trabajo de elevar la mente es cosa nuestra. No es tarea tuya repetir eternamente aquello que ya se hizo. Nuestra función consiste en realizar algo nuevo. La Naturaleza nos enseña que todo proceso de crecimiento lleva su tiempo y requiere de una gran paciencia. En la vida espiritual no existen los atajos, está llena de desafíos que solo conocen aquellos que ya están en el camino desde hace muchos años y que han trabajado para desenredar las complejidades de la mente. El camino de la Meditación. El verdadero profesor está dentro de tu Corazón y la orientación interior es la forma más elevada de aprendizaje. Crea una conexión con lo Divino.
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