Siente el Silencio, escucha el Silencio, saborea el Silencio. El Silencio es la Música de tu Alma

sábado, 11 de junio de 2011

El Mensaje de las Abuelas


Debemos regresar a Nuestro Epiritu Interior y al Espiritu de todas las cosas, antes de que nos destruyamos junto con este hermoso y valiente planeta.
La sabiduría se halla arraigada en la misma trama de la Creación. Mirad el agua, el viento y el aire, el fuego y el sol. La Naturaleza nos está diciendo lo que necesitamos saber.
La Humanidad y todos los integrantes de la Naturaleza son, en realidad, una gran familia.
Han hecho falta generaciones de científicos hasta el siglo XX para demostrar algo que sabiamos ya desde tiempo inmemorial: que todos estamos Conectados.
Muchas tradiciones indígenas llaman a estos años los "tiempos de Purificación".
Sus Profecías nos hablan de como la Tierra y sus habitantes experimentarán una limpieza natural de toda negatividad acumulada a causa de una orientación material en vez de Espiritual.
Nuestro planeta está enfermo por culpa de de los estragos sin fin que causan los hombres, la polución, la deforestación, el poder abusivo, la envidia y el odio. A medida que la Tierra va sufriendo más nos hemos ido desorientando y hemos perdido el Rumbo.
Pero las abuelas no consideran que estos tiempos sean calamitosos sino que más bien ven en ellos una oportunidad para crear un mundo mejor. Sin embargo, el cambion no llegará aprobando leyes o desarrollando tecnologías. Es preciso que en nuestras Conciencias aflore un nuevo entendimiento. Reconociendo con ello que el Universo entero existe dentro de cada persona y dentro de Nosotros Mismos. Por eso, para mantener el mundo en Equilibrio debemos considerar Sagradas todas las cosas y a todas las Personas.
Si guardamos ese entendimiento en nuestros Corazones, sabremos siempre Actuar de modo correcto y podremos participar Conscientemente en el desarrollo de la Creación.
Se ha perdido la Comprensión de que nuestra Madre Tierra es un Ser Consciente y Sensible y las Abuelas Indígenas lloran porque sienten el sufrimiento de la Tierra como si se lo infligieran a ellas.