Siente el Silencio, escucha el Silencio, saborea el Silencio. El Silencio es la Música de tu Alma

lunes, 24 de febrero de 2014

Empezar por lo pequeño



Un asceta meditaba profundamente en su cueva cuando se sintió molestado por un ratoncillo que se puso a roer sus ropas.
  • Márchate estúpido - dijo el ermitaño - ¿No ves que has interrumpido mi meditación?
  • Es que tengo hambre - contestó el ratón.
  • Llevaba más de treinta días de meditación buscando la unidad con Dios y me has hecho fracasar - se lamentó el ermitaño.
  • ¿Cómo buscas la unidad con Dios si no puedes siquiera sentirte unido a mí que sólo soy un simple ratón? - respondió el roedor.